lunes, 16 de abril de 2012

Los sueños de mi niñez


Hola a todos!

Chingallos! Hace mucho tiempo desde la ultima vez que escribí algo en esta bitácora. Ya me gradué de la universidad, perdí mi mente por un tiempo y regresé de nuevo a la escuela. Así es. Ahora estoy en una universidad comunitaria tomando clases. Tengo una clase que se trata de la escritura académica. Este miércoles tenemos que escribir un ensayo durante la hora de la lectura, y el tema se trata de los sueños de nuestro niñez, cuales fueron ellos, y donde estamos en el proceso de cumplirlos. Voy a usar este tiempo para juntar mis ideas…y pensar en los sueños que tuve.

Cuando era niña, tuve los siguientes sueños:
-ser veterinaria
-ser meteoróloga
-perder peso
-vivir en un lugar fuera de Los Ángeles
-ir de vacaciones en un lugar que no sea México

Me gustaba animales desde cuando era muy pequeña. Tuve un perro de raza pastor alemán y siempre dí de comer a los gatitos callejeros. Además, uno de mis programas favoritos de la televisión se llamaba “Emergency Vets”, donde enseñan el trabajo que hacen los veterinarios. Y aparte de esto, me gustaba mirar los documentales que demuestran la furia de la naturaleza en forma de tornados, huracanes, y ventiscas. Siempre anunciaba a mi familia sobre el tiempo de la semana después de ver las noticias, y por eso me dieron el apodo de “weathergirl” en inglés. Por casi toda la vida quería estudiar para uno de esos carreras. Desafortunadamente no podía cumplir esos dos sueños. Cuando llegué a UC Davis no estaba preparada para las clases de matemática ni las de las ciencias. No pasé esas clases, pero tampoco no quería salir de la universidad, por miedo de que destruyera los sueños de mi mamá de tener por lo menos una hija en la universidad. Me quedé con la lingüística y terminé mi primer licenciatura en cuatro años. Lo que me hizo perder la mente fue el hecho de que no tenía ni una onza de orgullo en lo que hice. Todos mis trofeos de la preparatoria y mi mención del departamento de la lingüística ya no tenían nada de valor para mi. Es decir, sentí que perdí mi tiempo haciendo algo que no era mi sueño. Me sentía sola. Me sentía como que perdí el juego.
Pero. Pero. Pero. Algo en mi mente me decía que aún no terminaba el juego, que aún está la oportunidad de hacer bien lo que hice muy mal. Por eso regresé a la academia. Quiero hacer trabajo en lo cual me pueda sentir ese orgullo de nuevo. Quiero ser útil de nuevo. Sin embargo, ese sueño sigue escondiéndose de mi, y espero que muy pronto pueda encontrarlo. En fin, quiero recibir otra licenciatura, una que puedo recibir y decir a todo el mundo, “Ven esto? Gané el juego. Hice algo y estoy orgullosa de mis esfuerzos. Lo gané y nadie me puede decir lo contrario.”

En cuanto a perder el peso. Bueno, ahorita estoy 20 libras sobre el peso normal para una mujer de mi edad. Me gustaría perder esos veinte libras, aunque es un poco difícil hacerlo porque mi mama es muy buena para hacer comida. Pero ahí voy. Perdí 10 libras en 3 meses y mi meta hoy es perder lo que me queda antes de que termine el año.
En irme a UC Davis, tuve la oportunidad de vivir 500 millas de Los Ángeles por cuatro años, en la ciudad de Davis, y cada año lo gocé. Hice muy buenos amigos y aprendí cómo ser más simpática y no dejar que la gente me usen por sus ventajas, y por eso le agradezco a la vida, mis profesores y mis amigos por las lecciones que me dieron. Ahora vivo de nuevo en Los Ángeles, pero un día regresaré a Davis. Un día.
Y al cabo, después de más de 20 años viajando cada año a México, tuve la oportunidad de estudiar en Alemania por un mes. Ese viaje fue uno que jamás me olvidare. La ciudad de Berlín es una ciudad en su propio nivel. La gente, la comida, los lugares históricos. Todo. Ahora no puedo oír a la canción, “Still Loving You” de Scorpions sin pensar en las ruinas del muro roto y deteriorado de Berlín. Qué historia tuvo esa ciudad. Nunca la olvidaré.

¿Qué fue que aprendí en cumplir (o no cumplir) mis sueños? Bueno, la primera lección fue esta: tenga fe en lo que te dice tu corazón, y no dejes que tu tenacidad te diga de no. La otra sería que no sientas que tienes que dirigir tu vida de acuerdo al sueño de otra persona. También que no se rinde, y que siempre te acuerdas que aunque cambias la dirección de su vida, sus parientes y amigos siempre te ayudarán. Y la ultima lección que aprendí fue esto: siempre…siempre…siempre…lleva medicina para el resfriado antes de irte a otro país.