martes, 27 de mayo de 2008

No atendí nuestro clase de español el viernes pasado porque fui salvando un bebé de un fuego. Cuando andaba a la clase español, yo fundo el humo y oí el grito de un bebé. Yo corría a la edificio de ardor y había una mamá estaba gritando “¡ayúdeme guardo a mi bebé!” Yo tenía ninguna otra elección… yo entraba la edificio para salvar el bebé pobrecito. Peleaba el fuego por diez minutos antes subía la escalera para buscar el bebé. Finalmente recogía al bebé y corría a la seguridad. La mamá estaba tan feliz que ella me daba un millón dólares. Yo tan fui cansado que regresé a casa para descansar.

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