En general Chile protege los derechos de sus jóvenes, pero hay un grupo pequeño de niños y adolescentes que necesitan ayuda. Solamente el tres por ciento de todos los jóvenes, los miembros de este grupo deben trabajar en la calle, a veces por la noche, y en las haciendas. Por eso, no tienen el tiempo para ir a la escuela o pasar tiempo con sus familias; a veces deben trabajar hasta cuarenta y nueve horas por semana. Además, las situaciones de estos jóvenes no son solamente agotadoras, sino también peligrosas. Están las bandas violentas y los depredadores sexuales en la calle, y están las maquinarias grandes que son usadas en las haciendas. Estos jóvenes no deben estar en los lugares tan peligrosos para ayudar sus familias pobres.
En reconocimiento de este problema, el gobierno de Chile cambió la edad mínima legal para trabajar de los catorce años a los quince años en 2000. Pero, una encuesta de la Organización Internacional de Trabajo de 2003 demostró que fueron 196.000 trabajadores que tenían entre cinco a diecisiete años. Hoy en día, muchos niños y adolescentes todavía están trabajando, especialmente los que viven en la población indígena del campo. Los padres de estos jóvenes insisten que es bueno que sus hijos trabajen por muchas horas, pero el gobierno no está de acuerdo. Con optimismo, las organizaciónes y la policía en Chile pueden resolver este conflicto y proteger los derechos de todos los jóvenes en el país.
lunes, 3 de diciembre de 2007
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