domingo, 1 de febrero de 2009

Las aventuras de mi Teléfono

 

     Hace un mes, yo accidentalmente puse mi teléfono celular en la lavadora. ¡Que horrible! No podía creerlo. Me puse furiosa y empecé a gritar. Mi teléfono sería arruinado y no funcionaba más. Por eso, mi mamá me dio su teléfono viejo para que yo lo usara. Yo me dije que necesitaba tener más cuidado cuando lavo la ropa. La semana siguiente, yo tuve que limpiar la ropa otra vez. Yo tuve cuidado cuando estaba poniendo mi ropa en la lavadora; revisé todos los bolsillos de mis pantalones y mis chaquetas para cosas de valor. Decidí al ultimo momento lavar los pantalones que llevaba puestos. Entonces, me cambié la ropa, y puse los pantalones en la lavadora. No saqué la ropa de la lavadora inmediatamente después del ciclo de lavar, y por eso Edwin, mi vecino, la sacó de la lavadora porque necesitaba lavar su ropa también. Después de los dos ciclos de lavar, Edwin encontró un teléfono celular dentro de la lavadora. ¡Estaba el teléfono de mi madre! El teléfono había estado dentro de uno de los bolsillos de mis pantalones. 

¡Qué mala suerte!

2 comentarios:

Jesse dijo...

Yo también tengo mala suerte con mis teléfonos móviles. Yo pasé uno en la lavadora, y se me cayó un otro, y ahora no puedo ver la pantalla porque está rompido. Debo ser más cuidado!

Unknown dijo...

Nunca he metido un teléfono en la lavadora, pero nunca sé donde lo tengo, más que un móvil, parece un móvil sedentario, al que no le gusta perderse ni moverse de casa. !Qué increíble la vida oculta de los teléfonos móviles!