domingo, 11 de octubre de 2009

Una Historia de AMOR


Yo e tenido buenas y malas relaciones, mas buenas que malas y cada relación me a enseñado una lección. La relación que me causo menos problemas y menos dolor y aun hay una chispa de esperanza es mi amor de niños. Mi primer novio fue a los 13 años, el es de México y lo conocí cuando iba al kínder en México. Desde que íbamos a la escuela juntos yo le guste y me gustaba. Desde muy chiquitos nos hacían la burla por que nos gustábamos al grado que nuestra maestra nos cambio de salón para separarnos. El detalle más hermoso que recuerdo de él es cuando estábamos en el kínder y íbamos a graduarnos. En México hay una tradición de que al final del año bailamos un vals. Él le rogo a su mamá llorando que la única forma que él iba a salir en el baile era si bailaba conmigo. el no quería bailar con otra niña si no fuera yo. Y así fue, su mamá y mi mamá hablaron con la directora y no pusieron juntos. Yo me regrese a vivir a Los Ángeles después de mi graduación y pensé que nunca lo iba a volver a ver. Para mi suerte, 3 años después volví a ir a México en mis vacaciones. Yo no pensé verlo porque no sabía donde vivía pero aun yo pensaba en el. Un día fui a visitar a mi tía a su barrio, justo al pie de la carretera, y que lo voy viendo y me entero que él vive cerca de allí. Me alegro mucho volverlo a ver y también a él y mis primos empezaron a echarnos carilla. Cada vez que iba a México en mis vacaciones el me pedía que fuera su novia pero yo siempre le decía que estábamos muy chicos, y él decía que me iba a esperar. Cuando cumplí 13 años el me dio mi primer beso en la sala de la casa de mi tía, y me pidió que fuera su novia, y por fin le dije que sí. Pero me tuve que regresar y nos seguimos hablando por correo. Al principio cada semana pero a lo la largo del año el dejo de escribirme y yo pensé que lo nuestro termino. Regrese a México varias veces después pero nos hablamos como amigos. Cada vez que lo vuelvo a ver siento lo mismo que sentí cuando me dio mi primer beso, mariposas en mi estomago. Pero aunque los dos sentimos lo mismo por el uno al otro, los dos entendemos que nuestra historia de amor es un imposible porque hay una barrera que nos separa, las diferentes vidas que el destino escogió por nosotros.

1 comentario:

Unknown dijo...

Esta es una historia muy tierna, que desde luego no ha terminado. La vida suele ser larga, a lo largo de los años verás qué pasará.